miércoles, 30 de enero de 2008

El adán, el esclavo, el hijo, el homosexual, el marido, el político, el sacerdote


El padre
LA INSTITUCIÓN paterna es algo inventado por el hombre. No es en absoluto natural, es institucional. Algún día podría desaparecer..., porque hubo una época en la que no estuvo ahí. Durante miles de años la humanidad vivió sin la institución paterna.
Te podrías sorprender al enterarte de que la palabra tío es más antigua que la palabra padre, porque el matriarcado precedió al patriarcado. La madre estaba allí y el padre se desconocía quién era, porque la madre se encontraba, se mezclaba y se unía con mucha gente. Alguien tenía que ser el padre, pero no había manera de enterarse. Por eso todos eran tíos; todos los padres potenciales eran los tíos. La institución paterna apareció con la invención de la propiedad privada; ambas están unidas. El padre representa la propiedad privada, porque cuando apareció la propiedad privada todo el mundo quería que su propio hijo fuera el heredero. «No estaré aquí, pero una parte de mí heredará mi propiedad.» La propiedad privada apareció primero, después apareció el padre.
Y para estar absolutamente seguro de que «este niño es mío» empezó a predominar en casi todas las sociedades la idea de que la mujer tenía que llegar absolutamente virgen al matrimonio; de otra forma es difícil estar seguro. Ella podría estar cargando un niño en el momento de casarse, podría estar embarazada, y entonces el niño sería de otro y heredaría toda la propiedad. La virginidad le fue impuesta a la mujer para asegurarse de que «es mi hijo el que va ha heredar mi propiedad».
Todo este concepto de la propiedad privada ha creado el padre, ha creado la familia, ha creado la posesión de la mujer por el hombre. Si hubo un momento en el que no hubo padre ni propiedad privada, es inevitable que llegue un día en el que no haya propiedad privada; el padre desaparecerá.


Los hindúes han estado diciendo que a menos que la mujer se convierta en madre no llegará a estar satisfecha. Esto no se aplica a los hombres; nadie dice que a menos que un hombre se convierta en padre no estará satisfecho. Ser padre es accidental. Podría ser, podría no ser. No es muy básico, y un hombre puede permanecer sin ser padre y no perderse nada. Pero una mujer perderá algo porque toda su creatividad, todo su funcionamiento, llega sólo cuando se convierte en madre. Cuando sus pechos se convierten en el centro de su ser ella se hace total. Y no puede llegar a los pechos a menos que haya un niño para llamarla a ellos. Por eso, el hombre se casa con una mujer para tener una esposa y la mujer se casa con un hombre para ser madre, no para tener un marido. Su interés básico y exclusivo es tener un hijo que pueda llamarle a su feminidad. Por eso los verdaderos maridos siempre están asustados, porque en el momento que nace un niño son desplazados a la periferia del interés de la mujer; el hijo se convierte en el centro.


Por eso los padres siempre se sienten celosos, porque sus hijos se ponen en medio y entonces la mujer está más interesada en el hijo que en el padre del hijo. Él se ha convertido en una existencia periférica; necesaria para la supervivencia pero no esencial.
El cristianismo, y me lo han contado amigos míos cristianos, está basado en la familia: la familia es la piedra angular. Pero la familia es también la piedra angular de todas las neurosis, de todas las psicosis, de todo tipo de enfermedades mentales, de todo tipo de problemas sociales. También es la base de todas las razas, de las naciones, de las guerras.
La familia tiene que ser entendida. No tiene futuro; ha sobrevivido a su utilidad, su necesidad. Pero nos han condicionado, no sólo los cristianos sino todo el mundo, con que la familia es una gran contribución al mundo. La realidad es totalmente diferente. Tengo que ir punto por punto, en detalle, porque el problema de la familia es uno de los problemas más serios.
Lo primera cuestión es que... La familia es una prisión, quiere tener el control de los hijos, de la esposa. Es un grupo de personas muy unido que ha hecho de esta prisión algo sagrado. Pero los resultados son muy feos.
Cualquier tipo de prisión impide el crecimiento espiritual. ¿Por qué te crees que Buda renunció al mundo? ¿Por qué Mahavira renunció al mundo? En realidad, no querían renunciar al mundo, estaban simplemente renunciando a su familia -nadie ha dicho esto con anterioridad- porque, ¿cómo puedes renunciar al mundo? Dondequiera que estés, el mundo existe. Sólo puedes renunciar a la familia. Pero todas las escrituras religiosas, incluyendo las escrituras cristianas, están mintiendo continuamente a la gente: hablan de renunciar al mundo. Te despistan completamente del hecho de que todas estas personas estaban renunciando a su familia, porque la familia era tal que no podían crecer dentro de ella.
La familia está programando a cada niño de acuerdo a sus prejuicios. Si has nacido en una familia cristiana estarás siendo continuamente programado por el cristianismo y jamás sospecharás que tu condicionamiento podría estar equivocado, podría estar impidiéndote avanzar.
El cristianismo y todas las demás religiones están confundiendo la mente de la gente. Ellos nunca hacen la distinción entre creer y conocer. Un ciego puede creer en la luz, pero eso no le va a ayudar. Uno necesita ojos para ver la luz, y entonces no hay necesidad de creer. Cuando sabes algo, ¿hay alguna necesidad de que creas en ello?
¿«Crees» en la luz? ¿Crees en la luna? ¿Crees en las estrellas? Simplemente sabes, no es cuestión de creencias. La creencia surge sólo para las invenciones, las mentiras, no para la verdad. Todo sistema de creencias es un obstáculo para la espiritualidad. La muerte, de acuerdo al cristianismo, es un tabú: no debes hablar de ella. La muerte es tabú, y la vida también es tabú: ¡no debes vivirla! ¡No debes hablar sobre la muerte ni vivir la vida! No te dejan ninguna alternativa, ni puedes vivir, ni puedes morir. Te dejan colgado en el medio, medio muerto, medio vivo.
Esto crea esquizofrenia. No se te permite ser total en nada: en la vida, en la muerte o en el amor; sólo te implicas parcialmente. Un hombre que está parcialmente implicado sólo está parcialmente vivo. Cuanto más profunda es la implicación más profunda es tu vida. Cuando estás totalmente implicado en la vida, en la muerte, en el amor, en la meditación, en cualquier tipo de cosa que quieras hacer: la pintura, la música, la poesía, la danza.... A menos que te impliques totalmente nunca conocerás el máximo, el mayor placer, la mayor dicha.
La gente sólo está viviendo al mínimo, sólo está sobreviviendo o, para ser totalmente sincero, sólo está vegetando; esperando y esperando, y no sucede nada en su vida. En su vida no florece ninguna flor, no hay ningún festival en su vida. Y su muerte es tan horrible como su vida, porque la muerte es la culminación final de la vida.
Si has vivido con totalidad, la muerte no es el final. La muerte sólo es un episodio, un pequeño episodio en una vida eterna. Has muerto muchas veces, pero como nunca has vivido totalmente, en el momento de la muerte te vuelves inconsciente; el miedo te hace entrar en coma. Por eso no recuerdas tus vidas pasadas, porque el coma se alza como una barrera ante las vidas pasadas y su recuerdo. Y como no conoces tus vidas pasadas no puedes entender que habrá una vida después de la muerte, que la vida es eterna. El nacimiento y la muerte son meros episodios; has nacido y has muerto en miles de ocasiones. Pero cuando no se te permite vivir con totalidad, cuando en todas partes está la interferencia de la religión...


En su primer día de colegio, el profesor le preguntó a un niño pequeño, por supuesto católico:
-¿Cómo te llamas?
-No -respondió él.
El profesor dijo:
-Qué extraño, nunca he escuchado ese nombre.
-Siempre, haga lo que haga -dijo el niño-, sólo oigo decir: «No»; por eso me creo que es mi nombre.


Pero el cristianismo le está haciendo esto a todo el mundo. Es una religión negativa con la vida, no te deja vivir con alegría. Y la familia es la raíz, porque, obviamente, la programación comienza en la familia. El cristianismo dice que está fundado en la familia.
Y sé perfectamente bien que las religiones, las naciones y las guerras no desaparecerán hasta que la familia desaparezca del mundo, porque están basadas en la familia. La familia te enseña que eres hindú, y que la religión hindú es la mejor religión de todas; las demás religiones no son tan buenas.
El cristianismo continúa programando a los niños: «Sólo te podrás salvar por medio de Jesucristo. Nadie más puede salvarte. El resto de las religiones son sólo moralidades, muy superficiales, no te van a ayudar.» Y el niño, además de la leche materna, es alimentado ininterrumpidamente con todo tipo de supersticiones: Dios, el Espíritu Santo y el único hijo concebido por Dios, Jesús, el cielo y el infierno....
Los niños son muy vulnerables porque nacen como una tabula rasa; no hay nada escrito en ellos, sus mentes son puras. Puedes escribir lo que quieras en el niño. Y todas las familias cometen el mismo crimen: destruyen al individuo y crean un esclavo. La obediencia es una virtud, la desobediencia el pecado original. Si se empieza a programar al niño desde su nacimiento, cuando es muy vulnerable y delicado, se podrá escribir cualquier cosa. Irá a su inconsciente. Le puedes decir que «nuestra nación es la más grande del mundo»; todas las naciones dicen eso. «Nuestra religión es la más grande del mundo, nuestras escrituras están escritas por el mismo Dios»; los hindúes lo dicen, los cristianos lo están diciendo, los judíos
lo están diciendo. Todo el mundo está cometiendo el mismo crimen.
El cristianismo, por supuesto, lo hace de un modo más eficiente, más astuto, porque es la religión más grande del mundo. Usa técnicas ultramodernas de programación. Envía misioneros a aprender psicoanálisis, a aprender cómo programar a la gente y cómo desprogramarla. Si un hindú tiene que ser convertido al cristianismo, primero tiene que ser desprogramado del hinduismo. De nuevo aparece la tabula rasa; se borra lo que estaba escrito. Ahora puedes escribir: «El cristianismo es la religión más elevada del mundo, no ha habido un hombre como Jesucristo, y nunca lo volverá a haber porque él es el único hijo engendrado por Dios.»
Todas las guerras dependen de la familia. En el pasado, tradicionalmente muchas naciones han contribuido al ejército por lo menos con un hijo, para proteger la dignidad y el orgullo de la nación. En el Tibet, cada familia tiene que contribuir con el hijo mayor a los monasterios. Esto se ha estado haciendo durante miles de años. Como si los niños fuesen mercancías con las que puedes contribuir, ¡como si los niños fuesen una limosna que puedes dar!
Esto dividió al mundo en diferentes bandos a causa de la religión, la política, las nacionalidades y las razas. Todas dependen de la familia. La familia es la causa raíz de las miles de heridas de la humanidad.
La familia te da ambición, te da deseos, te da el anhelo del éxito, y todas esas cosas te crean tensiones, ansiedades: ¿cómo ser una celebridad? La familia quiere que seas una celebridad. La familia quiere que seas conocido en todo el mundo. La familia quiere que seas el más rico. La familia quiere que seas presidente del país. Todas esas ambiciones las crea la familia, sin saber que están creando una mente que permanecerá continuamente angustiada, sufriendo. Sólo un hombre puede convertirse en presidente del país. ¿Qué ocurre con los novecientos millones de personas restantes de este país (India)? Son todos unos fracasados. Hacer sentir a la gente que son unos fracasados, que no tienen éxito, que son inferiores a los demás, es una situación desagradable.
La familia es la base de toda esta patología.
Me gustaría un mundo en donde la familia fuera reemplazada por la comuna.
Psicológicamente es más sano tener una comuna donde los padres no poseen a sus hijos, pertenecen a la comuna; donde a los niños no se les imprime sólo la huella de la madre o del padre, en la comuna tienen muchos tíos y muchas tías. A veces duermen con esta familia, a veces con aquella. Quiero que la familia sea reemplazada por la comuna, y en una comuna no hay necesidad de matrimonio.

martes, 29 de enero de 2008

El adán, el esclavo, el hijo, el homosexual, el marido, el político, el sacerdote


El marido
TE voy a contar una historia: un hombre fue obligado a comparecer ante el tribunal de justicia de Arkansas bajo los cargos de obtener dinero fraudulentamente. El juez le miró seriamente.
-¿Se llama usted Jimmy Moore?
-Sí, señor.
-Se le acusa de crímenes merecedores de prisión prolongada.
-Sí, señor.
-¿Es usted culpable de ese crimen?
El hombre cuadró los hombros con gesto terco:
-Lo soy.
-¿Solicita usted clemencia?
-No, señor.
El juez sonrió de un modo severo:
-¿Ha tenido usted graves problemas en los dos últimos años?
-Los he tenido.
-¿Ha deseado estar muerto a menudo?
-Lo he deseado, con su permiso, señoría.
-¿Deseaba robar suficiente dinero para poder alejarse de Arkansas?
-Está usted en lo cierto, señor juez.
-¿Si un hombre se hubiera adelantado y le hubiera disparado cuando entraba usted en la tienda, le habría dicho usted «Gracias caballero»?
-Pues sí, lo habría hecho. ¿Pero, señor juez, cómo es que ha averiguado tantas cosas sobre mí?
-Hace algún tiempo -dijo el juez con aire solemne- me divorcié de mi mujer. Poco después usted se casó con ella. El resultado es concluyente. Le absuelvo. Aquí tiene, acepte este billete de cincuenta dólares. Usted ya ha sufrido bastante.

No necesitas preocuparte por el infierno: ya has sufrido bastante, ya estás en él. Sólo te queda ir al cielo, porque no queda nada más. Los célibes pueden ir al infierno, pero tú no. Has sufrido suficiente. Los célibes podrían necesitar probar un poco de sufrimiento, pero tú no.
De hecho, el infierno no existe en ningún otro lugar y el cielo tampoco. El infierno está aquí, el cielo está aquí. El infierno y el cielo son tus formas de ser. Son maneras de vivir. Puedes vivir de forma que toda tu vida sea una bendición. Pero no sigas echándole la responsabilidad a tu esposa. En primer lugar, tú la has escogido. ¿Por qué has escogido una mujer que se te está tirando al cuello constantemente?
¿Y crees que si te divorcias no escogerás otra vez una mujer del mismo tipo? Si preguntas a los psicólogos te dirán que de nuevo escogerás el mismo tipo de mujer. Lo necesitabas; ha sido tu propia elección. No puedes vivir sin sufrir. ¿ Crees que tu mujer te está haciendo desgraciado? Escogiste a esta mujer porque querías vivir con sufrimiento. Volverás a escoger el mismo tipo de mujer. A menos que abandones por completo tu vieja mente, sólo te sentirás atraído por el mismo tipo de mujeres.
A menos que cambiemos en nuestras propias mentes, no hay otra manera de cambiar o de transformarnos. Debes estar pensando que si te divorcias de esta mujer las cosas se arreglarán. Estás equivocado, estás completamente equivocado. No sabes nada sobre la psicología humana. Volverás a caer en la trampa. Buscarás de nuevo una mujer; echarás mucho de menos a esta mujer. Ella te echará de menos, tú la echarás de menos. Encontrarás otra vez al mismo tipo de persona; sólo te atraerá ese tipo de personas. Observa tu mente.
Y además, no puede ser sólo ella la culpable; tú también le debes estar haciendo algo.
Esta es tu versión; no conozco la suya. Si acepto totalmente tu versión sobre ella estaré siendo injusto con la pobre mujer. Puede que tengas razón en un 50 por 100, pero, ¿qué pasa con el otro 50 por 100? Debes estar echándole leña al fuego. Y si la vida es tan horrible, ¿por qué has tenido tres niños? ¿Quién es él responsable de eso? ¿Por qué has traído tres almas al horrible mundo de tu familia, a la pesadilla que estás viviendo? ¿Por qué? ¿Es que no puedes sentir amor hacia tus hijos?
La gente sigue reproduciéndose sin pensar en absoluto en lo que están haciendo. Si tu vida es un infierno tal, al menos podías haberles evitado a tus hijos el caer en la trampa de tu desgracia. ¡Los habrías salvado! Ahora, esos tres niños están siendo educados por dos personas como tú y tu mujer. Aprenderán tus formas y tus maneras, y las perpetuarán en el mundo. Cuando tú te hayas ido, seguirás aquí en el mundo creando un infierno. Esos niños perpetuarán, mantendrán la continuidad de ese estúpido modo de vivir, de esa desgraciada forma de vivir.
Entonces tu hijo encontrará una mujer igual que tu esposa, ¿quién si no? porque sólo conocerá a esa mujer. Amará a su madre, y siempre que se enamore de una mujer simplemente significa que esa mujer le recuerda a su madre. Entonces nuevamente se volverá a repetir el juego. Quizá has escogido a tu esposa conforme a tu madre; tu padre y tu madre estaban jugando el mismo juego que tú, tus hijos perpetuarán la misma estructura, la misma gestalt. Así es como persiste el sufrimiento.
Por lo menos podrías haber salvado la vida de esos tres niños y podrías haber salvado el futuro de la humanidad, porque la onda que has creado continuará expandiéndose. Incluso cuando te hayas ido estará ahí. Todo lo que haces permanece. Todas las ondas que creas en el océano de la vida permanecen; tú desapareces. Es como arrojar una piedra en un lago silencioso: la piedra cae profundamente dentro del lago, desaparece, va hasta el fondo y descansa allí, pero las ondas que se han creado continúan expandiéndose hasta las orillas. Y el océano de la vida no tiene orillas, por eso las ondas continúan, por siempre y para siempre. Por lo menos podrías haber estado un poco más alerta y no haber tenido hijos. Y nunca es tarde. La vida todavía se puede cambiar; pero no esperes que sea tu mujer la que cambie. Esta perspectiva está equivocada.
Cambia tú. Cambia radicalmente. Deja de hacer las cosas que has estado haciendo siempre. Empieza a hacer cosas que no hayas hecho nunca. Cambia radicalmente, vuélvete una persona nueva y te sorprenderás. Cuando te vuelves una nueva persona, tu esposa se volverá una nueva persona. Lo tiene que hacer para responderte. Al principio le será difícil porque será casi como vivir con otro marido pero, poco a poco, ella verá que si tú puedes cambiar, ¿por qué ella no? Nunca estés esperando que el otro cambie. En todas las relaciones empieza tú a cambiar.
La vida todavía puede convertirse en un paraíso; nunca es demasiado tarde. Pero se necesita un gran coraje para cambiar. Todo lo que es realmente necesario es un poco más de consciencia. Desautomatiza tu comportamiento; observa lo que has estado haciendo hasta ahora. Haces lo mismo, y tu esposa reacciona de la misma manera. Se ha convertido en un patrón establecido.
Observa a cualquier marido o mujer; son casi predecibles. Por la mañana el marido abre su periódico y empieza a leer, y su esposa dice algo que ha estado repitiendo durante años, y el marido reacciona de la misma manera. Se ha convertido en algo casi estructurado, programado.
Bastan sólo pequeños cambios para que te sorprendas. Mañana por la mañana no te sientes en tu silla y empieces a leer el periódico. Ponte a limpiar la casa y observa qué sucede. Tu mujer abrirá los ojos desmesuradamente y no será capaz de creer lo que te ha sucedido. Sonríe cuando veas a tu esposa, abrázala y observa cómo se queda desconcertada. Nunca la has abrazado. Han pasado los años y nunca has mirado en los ojos de esa pobre mujer. Esta noche, siéntate enfrente de ella, mírale a los ojos. Al principio pensará que te has vuelto loco, que te has vuelto un pirado de Osho o algo así, pero no te preocupes. Tómala de la mano y siente el éxtasis. Si no puedes sentirlo, por lo menos inténtalo. Siente el éxtasis. Algunas veces sucede que si empiezas a intentarlo, ¡empieza a suceder! Empieza a sonreír sin ningún motivo, y observa. ¡Puede que a tu mujer le dé un ataque al corazón!
¿Te acuerdas desde cuándo no le tomas de la mano? ¿La has llevado alguna vez a dar un paseo por la mañana? 0 cuando hay luna llena, ¿te has ido alguna vez a dar un paseo de noche, con ella, bajo las estrellas? Ella también es humana, ella también necesita amor. Pero la gente, especialmente en India, sigue usando a las mujeres como si fueran criadas. Su trabajo consiste en ocuparse de los niños, de la cocina y de la casa, y esa es su vida. ¿Has respetado a tu esposa como a un ser humano? Luego, si está rabiosa, es natural. Si se siente frustrada... porque se le va pasando la vida sin conocer ninguna alegría, sin conocer ningún éxtasis, sin conocer nada que le pueda dar significado e importancia a su vida...
¿Te has sentado a su lado en alguna ocasión, en silencio, sólo tomándola de la mano, sin decir una palabra, solamente sintiéndola, y permitiendo que ella te sienta? Las mujeres y sus maridos sólo tienen un tipo de comunicación: la discusión. No pienses que sólo tu mujer es responsable. Podría serlo, pero ese no es el asunto, porque ella no ha hecho la pregunta. La has hecho tú. Empieza a cambiar tu vida. Dale a la pobre mujer la sensación de que es importante. Dale a la pobre mujer la sensación de que es necesaria. ¿Sabes que en la vida la mayor necesidad es el sentirse necesario? Y a menos que una persona sienta que él o ella son necesarios, sus vidas permanecerán sin significado, como un desierto.
Ríete con ella, escuchad música juntos, iros de vacaciones. Acaricia su cuerpo, porque los cuerpos se empiezan a encoger cuando nadie los acaricia. Los cuerpos empiezan a afearse cuando nadie los mira con aprecio. Y luego piensas: ¿por qué mi mujer no es guapa? Tú no estás creando el clima en donde la belleza crezca, florezca. Si amas a una persona, ¡inmediatamente la persona se vuelve hermosa! El amor es un proceso muy alquímico. Mira a la persona con ojos amorosos y de repente verás cómo cambia su aura, que su cara se vuelve radiante, cómo llega más sangre a la cara, los ojos se vuelven más brillantes, brillo, inteligencia..., y como un milagro.
El amor es un milagro, el amor es mágico. Todavía no es demasiado tarde.


¿Qué cosas son esenciales para que tu propia
esposa sea feliz?

No sé mucho de esposas. Soy un hombre soltero. Estás haciéndole esta pregunta a la persona equivocada. Pero he estado observando a muchas esposas y a muchos maridos. De modo que ésta no es mi experiencia, ¡es sólo mi opinión!
Hay dos cosas necesarias para mantener a tu propia esposa feliz. Primero: déjale que crea que está haciendo lo que quiere. Y segundo: déjaselo hacer.

Eunice volvió a casa con un abrigo de visón flamante.
-¿Dónde conseguiste eso? -le preguntó Benito, su marido.
-Lo he ganado en una rifa -replicó.
La noche siguiente, Eunice entró en casa con un hermoso brazalete de diamantes.
-¿De dónde ha salido eso? -preguntó Benito.
-Lo he ganado en una rifa -dijo Eunice-. Me voy a otra rifa esta noche y tengo prisa. ¿Te importaría prepararme un baño?
Benito siguió sus instrucciones, pero cuando Eunice entró en el cuarto de baño se encontró con que sólo había dos centímetros de agua en la bañera.
-Benito -le preguntó-, ¿por qué no has llenado la bañera?
-Bueno, querida -respondió él-, ¡no quería que se mojara tu boleto para la rifa!

lunes, 28 de enero de 2008

El hombre, el adán, el esclavo, el hijo, el homosexual, el marido, el político, el sacerdote




El novio
TU NOVIA es muy compasiva porque los hombres finalmente no se vuelven un poco aburridos, sino muy aburridos. ¿Te das cuenta del hecho de que lo que tú llamas amor es una repetición de los mismos ejercicios gimnásticos una y otra vez? Y en este estúpido juego el hombre es el perdedor. Está disipando su energía, sudando, soplando y resoplando mientras la chica mantiene los ojos cerrados, pensando: «Es sólo cuestión de dos o tres minutos y esta pesadilla habrá terminado.»
La gente es tan poco imaginativa que dan por supuesto que repetir las mismas acciones las va a hacer más interesantes. Por eso digo que tu novia es muy compasiva; sólo te ha dicho que eres un poco aburrido. Yo te digo que eres completamente aburrido.
Cuando los misioneros cristianos llegaron a este país, la gente descubrió que ellos sólo conocían una postura para hacer el amor: la mujer debajo y esas horribles bestias encima de la delicada mujer. En India esa postura se llama la postura del misionero. India es un país antiguo y el lugar de nacimiento de muchas ciencias, en particular de la sexología. Hay un libro de una importancia tremenda,
escrito por Vatsayana, que tiene más de cinco mil años. El nombre del libro es Kamasutra, instrucciones para hacer el amor. Y lo escribió un hombre de una profunda meditación; inventó ochenta y cuatro posturas para hacer el amor. Naturalmente, hay que ir cambiando la forma de hacer el amor; si no, inevitablemente, serás un aburrido.
Vatsayana reconoce el hecho de que la misma postura sexual crea aburrimiento, una sensación de total estupidez, porque siempre estás haciendo lo mismo. Él inventó ochenta y cuatro posturas para hacer que la vida sexual de las parejas fuese un poco más interesante. No hay nadie en todo el mundo que haya escrito un libro del calibre del Kamasutra. Pero sólo podía ser escrito por un hombre de inmensa claridad, de profunda meditación.
¿Cuál es tu forma de hacer el amor? Si te fijas en cómo haces el amor, tú mismo notarás que es aburridísimo. Y especialmente para la mujer, porque el hombre acaba en dos o tres minutos y la mujer ni siquiera ha empezado. En todo el mundo, las culturas han impuesto en la mente de las mujeres el que ellas ni siquiera deben disfrutar, moverse o ser juguetonas; a eso se le llama «sucio»; lo hacen las prostitutas, no las señoras. Las señoras tienen que tumbarse casi como muertas y dejar que ese viejo haga lo que quiera; no es nada nuevo, no hay nada nuevo ni siquiera para ver.
No te lo tienes que tomar como una ofensa. Tu novia te está diciendo algo realmente sincero y honesto. ¿Le has dado alguna alegría orgásmica? ¿0 la has usado sólo para disipar tu energía sexual? ¿La has reducido a un objeto más? Ella está condicionada para aceptarlo, pero ni siquiera puede gozar de esta aceptación.
Haces el amor en la misma cama donde peleas cada día. De hecho, la pelea es el preludio: os tiráis almohadones, os gritáis, discutís sobre cualquier cosa y entonces, cuando estáis cansados, tenéis que negociar. Vuestro amor es sólo una negociación. Si eres un hombre con una sensibilidad estética, tu aposento para el amor debería ser un lugar sagrado, porque es en ese aposento de amor donde nace la vida. Debería tener unas flores bonitas, incienso, fragancia; deberías de entrar en ella con un gran respeto.
Y el amor no debería ser solamente algo abrupto..., agarrar a la mujer. Ese asunto de hacer el amor y salir corriendo no es amor. El amor debería tener un preámbulo con una música bonita, bailar juntos o meditar juntos. Y el amor no debería ser una cuestión mental, estar continuamente pensando en cómo hacer el amor y después irte a dormir. El amor debería implicar un profundo compromiso de todo tu ser y no debería ser planeado por la mente, sino que debería surgir espontáneamente. Una hermosa música, una fragancia, estáis bailando cogidos de las manos, os habéis vuelto niños pequeños jugando con flores... Si el amor sucede espontáneamente en esta atmósfera sagrada tendrá una cualidad diferente.
Deberías entender que la mujer es capaz de tener orgasmos múltiples porque ella no pierde energía. El hombre sólo es capaz de tener un orgasmo y pierde energía, se deprime. Puedes ver su resaca incluso a la mañana siguiente, y cuanto más viejo es, se le hace cada vez más difícil. Esta diferencia tiene que ser entendida. La mujer está en el lado receptivo; así debe ser porque se tiene que convertir en madre, necesita más energía. Pero su orgasmo sucede de una manera totalmente diferente. La sexualidad del hombre es local, como la anestesia local. En una mujer todo el cuerpo es sexual, y a menos que todo el cuerpo comience a temblar de alegría, que cada célula
de su ser empiece a estar implicada, no puede tener una explosión orgásmica.
Por eso no es sólo tu caso, esta es la situación de casi el 99 por 100 de las mujeres del mundo. Hay que cambiar esta situación completamente. La mujer no debería estar debajo del hombre. En primer lugar, es feo, el hombre tiene un cuerpo más fuerte, la mujer es más frágil. Ella debería ponerse encima del hombre, y no al revés.
En segundo lugar, el hombre debería permanecer en silencio, inactivo, para que no alcance su orgasmo en dos minutos. Si eres silencioso y dejas que la mujer enloquezca encima de tu pecho, le resultará un buen ejercicio y le llevará a una explosión de energía orgásmica. Su cuerpo tarda un tiempo en calentarse y si no eres inactivo no tiene tiempo suficiente. De modo que os encontráis, pero el encuentro no es algo bello, por amor, sino solamente utilitario.
Intenta hacer con tu novia lo que te estoy diciendo. Sé el compañero inactivo y deja que ella sea la parte activa. Déjale que se desinhiba. No tiene que comportarse como una señora, tiene que comportarse como una auténtica mujer. La señora ha sido inventada por el hombre; la mujer ha sido creada por la existencia. Tienes que llenar la brecha entre sus orgasmos. Esa brecha sólo se puede llenar de una manera, permaneciendo inactivo, silencioso, y disfrutando cuando ella se vuelve loca. Y ella tendrá orgasmos múltiples. Tú deberías finalizar el juego con tu orgasmo, pero no comenzar con él.
Y tu mujer no te dirá que eres un poco aburrido. Le resultarás un tipo interesante, realmente maravilloso ¡que se está comportando como una señora! Mantén los ojos cerrados para que ella no se sienta cohibida por los tuyos. De modo que pueda hacer cualquier cosa: mover las manos, mover su cuerpo, gemir, quejarse, chillar. Hasta que diga «Hari Om Tat Sat!» no tienes permiso para estar vivo, permanece en silencio. Esta debería de ser la indicación. «Hari Om Tat Sat» sencillamente significa: esta explosión orgásmica es la verdad. Entonces ella se volverá loca por ti. Ahora mismo debes estar comportándote de un modo estúpido, como casi todos los hombres del mundo.
Lo segundo que dices: «Mi novia me ha dicho que no soy muy jugoso.» ¡Vuélvete más jugoso! * Jugoso, sinónimo de divertido. Juego de palabras. (N. de los T.)
Ser más jugoso no es muy difícil. Por todos partes tienes a tu disposición zumos de todo
tipo de frutas. Bebe más, toma menos alimentos sólidos. Ella te está dando un buen consejo y tú, en tu estupidez, piensas que te está censurando.
Cuando te dice: «Eres muy dependiente y una víctima», incluso a través de tu pregunta puedo ver que tiene razón. Eres una víctima, igual que el resto de los seres humanos; víctima de estúpidas ideologías que han creado un extraño sentimiento de culpa y no te permiten ser juguetón. Aunque estés haciendo el amor, sabes que estás cometiendo un pecado y que el infierno no está demasiado lejos.


Becky Goldberg le estaba diciendo a Goldberg:
-¡Eres un gran amante!
Goldberg le contestó:
-Nunca me habías dicho eso antes. Estaba esperando que alguien me dijera que soy un gran amante, pero había abandonado la idea porque parece que no lo soy.
Becky Goldberg le respondió:
-¡No, tú eres un gran amante y he querido decírtelo muchas veces, pero no estabas!


Haciéndole el amor a Becky... y Goldberg no está allí, está contando su dinero, haciendo sus cuentas, y con su mente está haciendo mil cosas.
En cada cama en la que hay dos amantes hay, por lo menos -quiero decir como mínimo-, cuatro personas. Hay gente con más imaginación que quizá tengan en la cama a una multitud. La mujer está haciendo el amor con Goldberg y pensando en Mohamed Alí. Goldberg está haciendo el amor como una obligación y pensando en todo tipo de hermosas actrices; pero su mente no está ahí, ni la de su mujer tampoco. Sus mentes están en sus
sueños.

Un hombre le dijo a su amigo:
-La noche pasada tuve un sueño tremendo. Te lo tengo que contar. He estado esperando a que fuera de día para contártelo.
El hombre dijo:
-¿Qué has soñado?
Él contestó:
-En el sueño me fui a pescar, y atrapaba unos peces tan grandes que incluso sacar uno solo del agua suponía, para mí, un trabajo extenuante. ¡Y pesqué muchos! No sé dónde desaparecen esos peces durante el día.
El otro hombre dijo:
-Déjate de tonterías, tú no sabes lo que he soñado yo. Me encontré en mi sueño, a un lado, a Sofía Loren completamente desnuda. Y dije: «Dios mío, ¿habré
llegado al cielo?» Y en el otro lado había otra hermosa mujer. Era imposible decidir quién era más bella.
El otro amigo se enfadó mucho y dijo:
-¡Idiota! Y dices que eres mi mejor amigo. ¿Por qué no me llamaste?
El respondió:
-Te llamé, pero tu mujer me dijo que te habías ido a pescar.

Nadie está donde piensas que está. Nadie está en casa. Cuando hagas el amor, conviértelo en un proceso meditativo. Toda tu presencia tiene que estar ahí, rociando a la mujer con tu amor. La mujer tiene que estar ahí, derramando toda su belleza y su gracia sobre su amante. Entonces no serás una víctima; de lo contrario, eres un víctima.
Vuestras así llamadas y absolutamente estúpidas religiones no aceptan que el amor sea una experiencia natural y lúdica. Lo condenan. Han puesto una condición: a menos que renuncies a tu mujer nunca alcanzarás la verdad. Y este condicionamiento ha estado sucediendo desde hace tanto tiempo que se ha convertido casi en una verdad, a pesar de que sea una absoluta mentira. Eres una víctima de las tradiciones, y sin duda eres dependiente.
Estás diciendo: «He observado en mí esta energía destructiva y siento que, de alguna forma, la disfruto.» Todo el mundo tiene una energía destructiva, porque si permites que la energía se mueva sola, irremediablemente se hará destructiva; a menos que sea utilizada con consciencia y se vuelva creativa.
Pero lo más importante que estás diciendo es que «de alguna forma la disfruto». Entonces, ¿cómo lo vas a cambiar? Siempre que disfrutas con algo estás obligado a permanecer al mismo nivel; no puedes cambiarlo, porque podrías no disfrutar del cambio. Tienes energía. Disfrutar de la energía destructiva es suicida, disfrutar de la energía destructiva como destructiva está al servicio de la muerte. Si eres consciente de ello tendrás que ir a través de una transformación. Usa tu energía creativamente. Quizá eso te haga menos aburrido, más divertido, menos dependiente, menos víctima.
Y la parte más importante será que no te sentirás culpable ni deprimido. Las personas creativas no se sienten deprimidas o culpables. Su participación en el universo, a través de sus acciones creativas, les dan una tremenda satisfacción y les dan dignidad. Ese es el derecho de nacimiento de todo hombre, pero muy pocos lo reclaman.
Y no es un problema, es muy fácil usar la energía en campos creativos. Pinta, haz jardinería, planta flores, escribe poesía, aprende música, baila. Aprende cualquier cosa que transforme tu energía destructiva en energía creativa. Entonces no estarás enfadado con la existencia, estarás agradecido. No estarás en contra de la vida. ¿Cómo puede estar una persona creativa en contra de la vida, en contra del amor? Es imposible, no ha sucedido nunca. Sólo la gente poco creativa está en contra de todo.
Tu novia ha suscitado una pregunta muy importante en tu vida. Lo más fácil sería cambiar de novia, pero sugiero que tu novia es una verdadera amiga para ti y todo lo que te ha dicho es absolutamente sincero, auténtico. Agradéceselo y comienza a cambiar las cosas. El día que tu novia te considere divertido e interesante será un gran día de tu vida. Por eso, no seas un cobarde y cambies de novia sólo porque ésta te crea problemas en la mente, y quieras encontrar una novia diferente.
Eres afortunado por haber encontrado una novia tan compasiva. Tu próxima elección será muy difícil; ella te hará sentir totalmente culpable e indigno. Porque, ¿qué has hecho tú para merecértelo? ¿Qué has hecho para no ser aburrido? ¿Qué has hecho para declarar tu independencia? ¿Qué has hecho para no ser una víctima? Es hora de que hagas algo. Le estarás agradecido a tu novia para siempre.
Me gustaría decirle a tu novia: «Continúa golpeando a este tipo hasta que te sientas satisfecha porque ya no es aburrido, sino divertido, realmente interesante, juguetón y celebrativo. Podrías perderle en algún punto del camino de la vida, pero le habrás preparado para otra mujer; de lo contrario, tal y como es ahora, va a torturar a muchas mujeres y a sí mismo.»
OSHO

domingo, 27 de enero de 2008

El adán, el esclavo, el hijo, el homosexual, el marido, el político, el sacerdote


EL PLAYBOY
Estoy metido en un buen lío: quiero a tres mujeres.
Esto es un infierno y ya dura tres meses. ¿Qué
puedo hacer ahora?

¡DEBES de ser todo un hombre! Una mujer es suficiente. ¡Necesitas protección legal! Pero si ya lo has tolerado pacientemente desde hace tres meses, espera un poco más. El tiempo lo asienta todo. Y las mujeres siempre son más perceptivas que los hombres; si tú no puedes hacer nada, seguro que, inevitablemente, lo harán ellas.


Juan y María empezaron a hacer el amor en el badén de las vías del tren. A medida que se iban animando fueron cayendo hacia las vías por las que venía un tren rápido.
El conductor, viendo los dos cuerpos sobre las vías, detuvo el tren justo a tiempo. Ahora bien, retrasar un tren es un delito grave y durante el juicio el juez pidió una explicación.
-Mira, Juan -dijo el juez-, yo soy un hombre de mundo y comprendo que tu amiga y tú quisierais divertiros. Pero ¿por qué no os apartasteis de la vía del tren?
-Bueno, esto es lo que pasó, su señoría -dijo Juan-; yo estaba llegando, el tren estaba llegando y María estaba llegando, así que pensé el que pueda parar que pare.


¿Es esto una bendición? Después de pasar mucho
tiempo solo, me he enamorado de tres mujeres a la
vez. Al principio era fácil, pero en cuanto intenté
profundizar en una relación, o yo salía corriendo
hacia la siguiente, o ella quería estar con otra
persona. Por supuesto, volvió a suceder lo mismo
en cuanto sintonicé con otra de las mujeres.
De modo que la alegría y el sufrimiento están muy
próximos, y me pregunto ¿estaré evitando algo?


¿No te parece que tres es más que suficiente? ¿Te parece que estás evitando la cuarta? Una mujer es bastante para crear un infierno, y me estás preguntando «¿Es esto una bendición?». Debe de ser una maldición disfrazada.


-¿Qué le ha pasado a Santiago? Hace tiempo que no le veo.
-¡Ah! Se casó con la chica que rescató cuando se ahogaba.
-¿Y está contento?
-¡Tú dirás! Pero ya no le gusta el agua.


Debes tener un gran espíritu..., tan inconsciente que ni siquiera tres mujeres te pueden alterar, o tan iluminado que «¿a quién le importa?».


Una noche, volviendo a casa del trabajo, tres compañeros de viaje se hicieron amigos en el vagón restaurante, y después de tres rondas empezaron a jactarse de las excelencias de sus respectivas parejas conyugales.
El primero afirmó orgullosamente:
-Mi mujer viene a buscarme a la estación todas las noches, y llevamos diez años casados.
-Eso no es nada -dijo el segundo mofándose-. Mi mujer también viene a buscarme, y llevamos veinte años casados.
-Muchachos, os he ganado a los dos -dijo el tercer viajero, que obviamente era el más joven del grupo.
-¿Cómo has llegado a esa conclusión? -quiso saber el primero.
-¡Supongo que tú también tienes una mujer que viene a buscarte todas las noches! -dijo despectivamente el segundo.
-Correcto -dijo el tercer viajero-, y ni siquiera estoy casado.


Tres mujeres, ¡y ni siquiera estás casado! Te van a usar de balón. Y estás preguntando, «¿esto es una bendición?»... con interrogación, por supuesto. Ten un poco más de cuidado. Este sitio es peligroso para la gente como tú. Aquí hay tantas mujeres que, si sigues así, pronto no quedará nada de ti y habré perdido innecesariamente a un discípulo. Piensa también en mí.


Weinstein, un empresario muy rico, tenía una hija muy fea. Encontró un hombre joven para casarla, y en diez años tuvieron dos hijos.
Un día, Weinstein llamó a su yerno a la oficina:
-Escucha -dijo-, me has dado dos nietos preciosos, me has hecho muy feliz. Te voy a dar el 45 por 100 de la empresa.
-¡Gracias, papi!
-¿Puedo hacer alguna otra cosa por ti?
-Sí, ¡cómprame mi parte!


Estoy dispuesto a comprarte a cualquier precio. ¡Pregúntale a tus tres mujeres!
El amor es importante, es una buena situación de aprendizaje, pero sólo es un aprendizaje. Una escuela es suficiente, tres es demasiado. Y con tres mujeres no podrás aprender mucho porque ¡con tanta actividad! Es mejor estar con una mujer para que puedas ser uno con ella totalmente, para que puedas entender sus deseos y los tuyos más claramente, para estar menos preocupado, atormentado, porque al principio el amor sólo es un fenómeno inconsciente. Es biológico, no es demasiado valioso. Sólo si le pones tu consciencia, sólo cuando te vas volviendo más meditativo acerca de él empieza a parecerte valioso, empiezas a surcar los cielos.
La intimidad con una mujer o un hombre es mejor que las relaciones superficiales. El amor no es una flor de temporada, tarda años en crecer. Y sólo cuando crece va más allá de la biología y comienza a contener algo espiritual. Estar con muchas mujeres o muchos hombres te hará superficial..., distraído tal vez, pero superficial; ocupado indudablemente, pero es una ocupación que no te va a ayudar en tu crecimiento interior.
Pero una relación de uno a uno, una relación duradera en la que os podáis entender mejor, es enormemente beneficiosa. ¿Por qué ocurre esto? ¿Qué necesidad hay de entender mejor a la mujer o al hombre? La necesidad es que todos los hombres tienen una parte femenina en su ser, y todas las mujeres tienen una parte masculina. La única forma de entenderla, la forma más fácil, la más natural, es estar en una relación íntima con alguien. Si eres un hombre debes estar en una relación íntima con una mujer. Deja que crezca la confianza para que caigan todas las barreras. Acercaos el uno al otro tanto para que puedas mirar profundamente a la mujer y la mujer te pueda mirar profundamente. No seáis falsos con el otro.
Y cuando tienes tantas relaciones tienes que ser falso, tienes que mentir continuamente. Tendrás que mentir, no podrás ser sincero, tendrás que decir cosas que no sientes..., y todas sospecharán. Es muy difícil que una mujer tenga confianza en ti si tienes alguna otra relación. Es fácil engañar a un hombre porque vive a través del intelecto; pero es muy difícil, es casi imposible engañar a una mujer porque vive intuitivamente. No podrás mirarle a los ojos; tendrás miedo de que te lea los pensamientos, y todos los engaños que estás escondiéndole, tantas mentiras.
De modo que si tienes muchas relaciones no podrás bucear en las profundidades del alma de la mujer. Y es lo único que necesitas, conocer tu parte femenina interna. La relación se convierte en un espejo. La mujer se mira en ti y empieza a encontrar su parte masculina, el hombre se mira en la mujer y empieza a descubrir su propia feminidad. Y cuanto más consciente te haces de tu parte femenina -el polo contrario-, más íntegro podrás ser, más equilibrado. Cuando tu hombre y tu mujer interiores desaparezcan el uno en el otro, se disuelvan, cuando ya no haya separación, cuando se hayan convertido en uno solo, te habrás convertido en un individuo. Carl Gustav Jung lo denomina proceso de individualidad. Tiene razón, ha escogido la palabra acertada. Y lo mismo le sucede a la mujer.
Pero mariposear con mucha gente te hará superficial, te mantendrá distraído, ocupado, pero no crecerás; y a fin de cuentas, lo único que importa es el crecimiento, el crecimiento de la armonía, de la individualidad, de tu centro. Ese crecimiento precisa que conozcas a la otra parte. El planteamiento más sencillo es conocer primero a la mujer en el exterior, para que puedas conocer a la mujer interior.
Como un espejo -el espejo refleja tu cara, te muestra tu cara-, la mujer se convierte en tu espejo, el hombre se convierte en tu espejo. El otro refleja tu rostro, pero si tienes alrededor tantos espejos, y estás corriendo de un espejo a otro, y engañando a cada espejo con el otro,
será un caos, te volverás loco.


Te enamoras de una mujer porque es algo nuevo: la psicología, las proporciones de su cuerpo, su cara, sus ojos, sus cejas, el color de su pelo, su forma de caminar, su forma de volverse, su forma de decir hola, su forma de mirar. Todo es nuevo, un territorio desconocido: te encantaría explorar este territorio. Es tentador, muy tentador, estás atrapado, hipnotizado. Y cuando comienzas a acercarte, ella se escapa; forma parte del juego. Cuanto más se aleja, más encantadora te parece. Si te dijese simplemente: «Sí, estoy dispuesta», mataría en ese mismo instante la mitad de tu entusiasmo. De hecho, empezarías a pensar en huir. De modo que te da la oportunidad de perseguirla. La gente nunca está tan contenta como durante el cortejo -muy felices- porque la persecución continúa. El hombre básicamente es cazador, de modo que cuando persigue a la mujer que se escapa, intentando esconderse aquí o allá, evitándole, diciéndole que no, el hombre se excita más y más. Es un desafío
intenso; tiene que conquistar a la mujer. Ahora sería capaz de morir por ella o lo que hiciera falta, pero tiene que conquistarla. Tiene que demostrar que no es un hombre corriente.
Pero en cuanto se han casado, entonces todo..., el interés estaba en la persecución, en lo desconocido, en que la mujer aparentemente era inconquistable. Pero ahora está conquistada; ¿cómo puede sobrevivir el antiguo interés? Como mucho, puedes disimular, pero el antiguo interés no puede continuar. Las cosas se empiezan a enfriar. Se empiezan a aburrir el uno del otro porque ahora hay otras mujeres que vuelven a ser nuevos territorios: te atraen, te llaman, te provocan.
Lo mismo ocurre con los pensamientos: estás encantado con una clase de pensamiento, pero cuando te has acostumbrado se acaba la luna de miel, se acaba el amor. Ahora te gustaría estar interesado en otra cosa, en algo nuevo que te emocione, te estimule.
De este modo vas de una mujer a otra, de un hombre a otro. Este tipo de búsqueda no te dejará tiempo para que aparezca la confianza.

sábado, 26 de enero de 2008

El adán, el esclavo, el hijo, el homosexual, el marido, el político, el sacerdote


El mendigo
PEDIR atención es una de las debilidades humanas, una debilidad profundamente arraigada. Las personas piden atención porque no se conocen a sí mismas. Uno sólo puede verse la cara en los ojos de los demás, puede encontrar su personalidad en las opiniones de los demás. Lo que los demás dicen tiene una importancia enorme. Si le rechazan, le ignoran, se siente perdido. Si pasas y nadie se fija en ti empezarás a perder lo que has conseguido reunir: tu personalidad. Es algo que tú has creado. No la has descubierto, no es natural. Es artificial y arbitraria.
No solamente tú eres un mendigo de atención; casi todo el mundo lo es. Y esta situación no cambiará a menos que descubras tu auténtico ser, que no depende de la opinión, atención, crítica o indiferencia de nadie; que no tiene nada que ver con los demás. Como hay muy pocas personas que han sido capaces de descubrir su realidad, todo el mundo está lleno de mendigos. En el fondo todos estáis tratando de que os presten atención; es el alimento de vuestra personalidad. Incluso es aceptable que la gente te censure, te critique o esté en tu contra; por lo menos te están prestando atención. Claro, es mucho mejor si son amigables, respetuosos; pero tu personalidad no puede sobrevivir si no te dan algún tipo de atención. Puede ser negativa o positiva, eso no importa. La gente tiene que hablar de ti; sean respetuosos o no, están satisfaciendo el mismo propósito.
Me gustaría que pensaras acerca de la palabra respeto. No quiere decir honor, que es lo que dicen sin excepción todos los diccionarios. Respeto significa simplemente volver a mirar, respeto. Si pasando por un camino alguien se vuelve a mirarte..., le has llamado la atención, eres alguien. Eres capaz de hacer cualquier tontería para llamar la atención porque el respeto te da la impresión de ser alguien especial.
A lo largo de los tiempos, la gente ha tratado de llamar la atención de mil y una maneras. No son maneras necesariamente racionales, por ejemplo, los punkis de Occidente. ¿Qué quieren realmente cuando se cortan el pelo de una forma rara y excéntrica, y después lo pintan con colores psicodélicos? ¿Qué están pidiendo? Son mendigos. No deberías enfadarte con ellos, porque eso es lo que quieren provocar. No deberías condenarlos, porque eso es lo que quieren. Sus padres no deberían criticarlos, porque eso es lo que quieren. No pueden sobrevivir sin que la gente les preste atención.
En el pasado, la gente ha hecho cosas que no os podríais imaginar. Se han desnudado... ¿Qué necesidad tenían Mahavira o Diógenes de estar desnudos? Para el hombre ya no es natural estar desnudo en todas las estaciones; hace mucho tiempo que perdió esa capacidad. Los animales están desnudos pero tienen una inmunidad natural. En invierno les crece el pelo; en verano, con el calor, se les cae el pelo. La naturaleza les ha dado una protección. El hombre disponía de la misma protección, pero es un ser inteligente y puede perfeccionar la naturaleza. Encontró formas de cubrir su cuerpo según las estaciones. Naturalmente, su cuerpo ha perdido el crecimiento natural del vello. Pero estar desnudo..., tu cuerpo no puede crear de repente un mecanismo para protegerte.
Sé que Mahavira y Diógenes eran seres singulares, pero creo que tenían ciertas dudas sobre su singularidad. Confirmaron esa sospecha, esa deficiencia al desnudarse, porque es imposible no llamar la atención estando desnudo en un mundo donde todo el mundo va vestido. La persona desnuda se mantiene apartada. Es inevitable..., es casi irresistible mirarle, preguntarle: «¿Qué te ocurre?» Pero su desnudez se convirtió en algo espiritual; empezaron a ser respetados precisamente porque estaban desnudos. La desnudez no es una cualidad, una habilidad o algo creativo; todos los animales, los pájaros y los árboles están desnudos.
Todavía hay monjes jainistas en India aunque no quedan más de veinte. Solía haberlos a millares, pero no es fácil encontrar tanta gente estúpida. Cuando se muere un monje jainista no es reemplazado, de modo que va disminuyendo su número. Sólo quedan unos veinte en toda la India..., y yo he visto muchos; no dan ninguna muestra de inteligencia, no tienen cualidades de silencio ni reflejan ninguna alegría. Tienen un rostro triste, apagado, adormilado. Están sufriendo, se están torturando por la sencilla razón de que así llaman la atención de la gente.
El hombre es capaz de cualquier cosa, por tonta que sea, para llamar la atención. En Rusia, antes de la revolución, había una secta cristiana que tenía la costumbre de cortarse los genitales en público un día particular del año..., y tenía miles de seguidores. El único requisito para ser espirituales es que se hubiesen cortado los genitales. Cuando llegaba la fecha se reunían en el patio de una iglesia, se cortaban los genitales y los amontonaban. Y había miles de personas que iban a ver esta estupidez. Las mujeres no se quedaban atrás..., tenían un inconveniente, claro, porque no tienen genitales que cuelguen hacia fuera para cortarlos; sus genitales están dentro del cuerpo. Se empezaron a cortar los pechos..., no querían ser menos. Se trataba de un asunto chapucero y sanguinolento, pero la gente se postraba a sus pies, les alababan, y lo único que habían hecho era un desagradable acto contra la naturaleza y contra ellos mismos.
¿Qué es lo significativo de que un hombre haga un ayuno? Mahatma Gandhi utilizó esta estrategia durante toda su vida: lo único que pretendía era llamar la atención de toda la nación. Y si decidía ayunar hasta morir, llamaría la atención de todo el mundo inmediatamente. De lo contrario, no hay ninguna espiritualidad en el hecho de ayunar: hay millones de personas que se mueren de hambre. En los próximos diez, doce años, morirán millones de personas de inanición. Nadie les va a honrar o respetar. ¿Por qué? Por que su inanición es inevitable. No están muriéndose de hambre por voluntad propia sino porque no tienen comida; sólo son gente pobre y famélica.
Pero Mahatma Gandhi tenía todo lo que necesitaba, aunque vivía como un pobre. Uno de sus seguidores más próximos, una mujer muy inteligente, Sarojini Naidu, había presentado un informe con pruebas de que mantener a Mahatma Gandhi pobre costaba una fortuna. No se trataba de una pobreza sencilla; era un espectáculo manipulado.
No podía beber leche de búfalo porque es rica en vitamina A y en otras vitaminas. No podía beber leche de vaca porque también es demasiado rica, y la gente pobre no se lo puede permitir. Sólo podía beber leche de cabra porque es el animal más barato y los pobres se lo pueden permitir. Pero os sorprenderéis al saber que ¡bañaban a su cabra dos veces al día con pastillas de jabón Lux! La comida de su cabra consistía en un alimento tan nutritivo del que incluso un hombre rico podría sentir envidia. ¡Qué mundo más injusto! A la cabra le daban de beber leche de vaca. Su comida consistía en anacardos, nueces, manzanas y otras frutas nutritivas; no se sustentaba con pasto. Su alimentación, en aquellos tiempos, costaba diez rupias diarias; diez rupias diarias en aquella época eran suficiente para que una persona se mantuviese un mes.
Y Gandhi viajaba en tercera clase. Naturalmente, estaba llamando la atención... ¡un hombre importante que viaja en tercera! Pero nadie se daba cuenta de que el compartimiento de tercera clase que podía transportar, por lo menos, a sesenta viajeros, transportaba a una sola persona; resultaba mucho más caro que un compartimiento con aire acondicionado. Pero esto llamaba la atención.
Empezó a usar la ropa que usan los campesinos en India..., que son el 80 por 100 de la población. Como empezó a utilizar ropa de campesino -la parte superior del cuerpo está desnuda, la parte inferior sólo va envuelta en un trozo de tela- los pobres de este país empezaron a tenerle mucho respeto y a llamarle mahatma, el gran espíritu. Pero he estado analizando su vida a fondo. No encuentro un gran espíritu; ni siquiera he encontrado un pequeño espíritu; sólo hace política en el nombre de la religión. Sabía perfectamente que en India sólo se puede influir por medio de la religión, cantaba cantos devocionales todos los días, por la mañana y por la noche, pero sólo lo hacía para llamar la atención.
La atención nutre al ego de una forma desmesurada.
Si la religión es atractiva, los políticos fingen ser religiosos. Como necesitan atención, toda su personalidad es falsa. Depende de cuánta gente les sigue; depende del número de personas que están atentas. Es una política de números.
El Papa católico está contra el control de la natalidad y contra el aborto, no porque esté siendo compasivo al decir «es una crueldad absoluta y una violencia», ni porque esté a favor de la vida; toda la actitud católica va en contra de la vida. Entonces, ¿a qué se debe tanta insistencia en que no haya control de la natalidad ni abortos? Porque esta es la única forma de aumentar el número de católicos, y la única forma de que el resto de la gente sea tan pobre que tenga que sumarse al rebaño del imperio católico.
Ahora que hay tantos huérfanos en India, los católicos tienen una buena oportunidad. Y uno se pregunta..., una mujer como la madre Teresa recibe el Premio Nobel, es premiada con doctorados en numerosas universidades hindúes, recibe premios del gobierno hindú, todo esto porque está cuidando a los huérfanos. Pero nadie sabe que ese cuidado consiste en convertirlos al catolicismo. Naturalmente, la madre Teresa no puede estar a favor del control de la natalidad..., ¿de dónde sacaría a los huérfanos?
El cristianismo no puede estar a favor de un mundo rico. Los científicos declaran continuamente que hemos llegado a un punto de progreso tecnológico, donde nadie debería pasar hambre, estar famélico o morir a causa de la escasez de alimentos. Esto no había sido posible con anterioridad, pero ahora los científicos dicen que podemos alimentar con facilidad a cinco mil millones de personas, o incluso más..., pero estas voces son silenciadas. Los políticos no les prestan atención porque también están interesados en tener muchos seguidores.
Vuestros así llamados líderes religiosos y políticos necesitan llamar la atención, necesitan ver sus nombres y fotos en el periódico continuamente, porque si los periódicos se olvidan de algún nombre durante unos meses, la gente también se olvidará de esa persona. ¿Qué ha sido de Richard Nixon? ¿Dónde estará el pobre diablo? Una vez fue el hombre más importante, el hombre más poderoso de la tierra, y ahora no volverás a oír hablar de él hasta el día que se muera, y sólo aparecerá en la tercera o cuarta página de los diarios, en una pequeña columna. ¿Qué les pasa a todos los poderosos? En cuanto la gente deja de prestarles atención, empieza a desaparecer su personalidad.
He conocido a muchos líderes políticos de este país. Probablemente en este país haya más ex ministros, ministros en jefe y gobernadores que en ningún otro. En cuanto se vuelven «ex» están acabados. Entonces la gente ya no les presta atención, nadie les pide que vayan a inaugurar puentes, líneas de ferrocarril, hospitales, colegios. Ningún periódico se preocupa de dónde están, si están vivos o muertos. Y hubo un día que estaban en los periódicos, en la radio y en la televisión a todas horas.
Mendigar la atención no es solamente tu problema; es una realidad humana. Y el motivo es que dependes de tu personalidad, que es falsa y ha sido creada por la sociedad, y ésta te la puede arrebatar. No dependas de ella. No está en tus manos. Lo que está en tus manos es tu propia individualidad. ¡Descúbrela! Y la ciencia para descubrirlo se llama meditación.
Cuando te conoces a ti mismo ya no te importan los demás. Si el resto del mundo te olvidara, no te importaría, no tendría la menor importancia; o el mundo entero puede conocerte..., pero eso tampoco te daría un ego. Sabes que el ego es falso, y depender de lo falso es hacer castillos de arena, sin cimientos. Vuestras personalidades son casi como firmas en el agua. No has terminado de firmar y ya ha desaparecido.


Un grupo de madres judías estaban tomando café y jactándose de sus hijos. Una de ellas tenía un hijo de cuatro años que ya sabía leer. La otra tenía un hijo de cinco años que ya había salido en la televisión.
Entonces habló Becky Goldberg y dijo:
-Pues eso no es nada. ¿Veis a mi Jaimito? Sólo tiene cinco años y el otro día ¡se fue solito al psiquiatra!


Una mujer de mediana edad le confesó al sacerdote que creía que se estaba volviendo presumida.
-¿Qué se lo hace pensar? -preguntó el sacerdote.
-Porque -replicó la mujer- cada vez que me miro al espejo me siento inspirada por mi belleza.
-No se preocupe -dijo el sacerdote-, eso no es pecado, ¡eso es una equivocación!


Hubo una gran reunión de la sociedad médica en honor de un otorrinolaringólogo que se iba a jubilar después de cincuenta años de servicio. De regalo, le dieron una oreja de oro.
Se levantó para pronunciar un discurso y tras el aplauso se quedó callado, miró su regalo y dijo:
-¡Menos mal que no me hice ginecólogo!


¡No dependas de los demás! Sé un ser independiente. Escucha tu voz interna.
En el momento en que empiezas a acallar y a silenciar tu mente podrás escucharla, no es difícil. Y cuando digo que no es difícil, lo digo con absoluta autoridad: ¡No es difícil! Si me ha sucedido a mí, te puede suceder a ti, no hay ninguna diferencia. Todos los seres humanos tienen en potencia la capacidad de conocerse a sí mismos. Y cuando te conoces a ti mismo nadie te puede arrebatar tu individualidad. Aunque te maten sólo matarán tu cuerpo, no a ti.
El individuo es la única persona que se puede liberar de su estado de mendicidad; de lo contrario, seguirás siendo un mendigo toda tu vida. Pero si quieres dejar de mendigar tendrás que renunciar al ego y a la personalidad. Tendrás que aprender que no hay nada en la honra, la reputación o la respetabilidad. Son palabras falsas, sin significado, sin contenido. La realidad te pertenece, pero si no la descubres tendrás que depender de los demás.
Sois emperadores pero os tenéis que descubrir a vosotros mismos. Y este descubrimiento no es complicado: tu reino está en tu interior. Sólo tienes que aprender a cerrar los ojos y mirar hacia dentro. Un poco de disciplina, un poco de aprendizaje para no estar siempre enfocado hacia fuera, sino para poder volverte hacia dentro una o dos veces al día, cuando tengas tiempo... Poco a poco empezarás a ser consciente de tu ser eterno. Entonces la idea de atención desaparece sin más. El milagro es que un día ya no necesitarás que te presten atención, la gente sentirá tu carisma, porque el carisma es la radiación de tu propia individualidad. Empiezan a sentir que eres especial, único..., aunque no puedan señalar en qué consiste tu singularidad, qué es eso que atrae como un imán.
Las personas que se han descubierto a sí mismas se encuentran con el hecho de que atraen a miles de personas, aunque no lo estaban buscando.

viernes, 25 de enero de 2008

El HOMBRE, eL adán, el esclavo, el hijo, el homosexual, el marido, el político, el sacerdote.


El macho

EL EGO simplemente es el ego, no es ni masculino ni femenino. Pero el hombre ha sido muy inhumano con las mujeres desde hace siglos, sin interrupción. Y lo extraño es que el hombre ha sido tan cruel e inhumano con las mujeres porque tiene un profundo complejo de inferioridad al compararse con ellas. El mayor problema es que la mujer puede convertirse en madre; es capaz de engendrar y el hombre no. Ese fue el comienzo del complejo de inferioridad: que la naturaleza depende de la mujer, no del hombre.
Además, él se ha dado cuenta que en muchos aspectos ella es más fuerte. Las mujeres tienen más paciencia, son más tolerantes que los hombres. Los hombres son muy impacientes e intolerantes. Las mujeres son menos violentas que el hombre. Las mujeres no cometen asesinatos; es el hombre el que asesina, el que emprende cruzadas, el que siempre está preparándose para la guerra, el que inventa todo tipo de armas letales..., bombas atómicas, armas nucleares. La mujer no participa en absoluto en este juego de la guerra. Por tanto, no es coincidencia que el hombre empezara a sentirse de algún modo inferior. Y nadie quiere ser inferior; la única forma era obligar a la mujer a sentirse inferior con métodos artificiales. Por ejemplo, no permitir su educación, no permitirle tener libertad económica, no permitirle salir de casa, confinarla a un encarcelamiento. Parece mentira que el hombre haya hecho esto a la mujer para librarse de su complejo de inferioridad. Ha vuelto inferior a la mujer de un modo artificial.
Esta cuestión no sólo te incumbe a ti. Cuando tu mujer dice que tienes un ego masculino está representando a todas las mujeres y tú también representas a todos los hombres. Vuestros antepasados han hecho tanto daño que no hay manera de encontrar el equilibrio. De modo que cuando tu mujer te diga que esto es ego masculino, intenta comprender..., quizá tenga razón. Seguramente tendrá razón, porque el hombre se ha aceptado como superior durante tanto tiempo que no se da cuenta que es su ego. Es la mujer quien lo percibe.
No niegues su sentimiento. Debes estar agradecido y preguntarle dónde siente que hay un ego para que puedas renunciar a él. Acepta su ayuda.
Lo estás negando; no sientes que tengas un ego masculino. Pero es una herencia tradicional. Todos los niños tienen un ego masculino. Aunque sea un niño pequeño, si empieza a llorar, inmediatamente le dices: «¿Por qué lloras como una niña? Las niñas pueden llorar porque son infrahumanas. Pero tú vas a ser un gran machista, no debes llorar y gemir.» Y los niños empiezan a reprimir las lágrimas. Es raro ver a un hombre que esté dispuesto a llorar y permita que le caigan las lágrimas como a las mujeres.
Escucha a las mujeres. Has reprimido y oprimido tanto a las mujeres que es hora de escucharlas y corregir las cosas. Al menos en tu vida personal, haz todo lo que puedas para que la mujer tenga la mayor libertad posible..., la misma libertad que te permites a ti mismo. Permítele levantarse para que pueda volver a florecer.
Tendremos un mundo mejor si se permite que las mujeres -las mujeres son la mitad del mundo- desarrollen su talento, su genialidad. No es en absoluto una cuestión de..., nadie es superior, nadie es inferior. Las mujeres son mujeres, los hombres son hombres; son diferentes, pero las diferencias no hacen a alguien superior ni inferior. Las diferencias crean la atracción. Imagínate un mundo donde sólo hubiera hombres. Sería horrible. La vida es rica porque hay diferencias, actitudes distintas, diferentes opiniones. Nadie es superior ni inferior. La gente es sencillamente distinta.
Acéptalo, y ayuda a tu mujer a liberarse de diez mil años de represión. Sé su amigo. Se ha hecho mucho daño; tiene tantas heridas que si puedes ayudarle a curarse con tu amor estarás contribuyendo al mundo entero, a la conciencia del mundo.
No te sientas mal si tu mujer te dice «esto es el ego masculino». Está ahí de una forma sutil, irreconocible, porque lleva ahí tanto tiempo que te has olvidado de que es el ego. Acepta su ayuda para que puedas reconocerlo y destruirlo.


¿Por qué tienen los hombres pelo en el pecho?
Bueno, ¡no pueden tenerlo todo!

Siempre te oigo decir cosas bonitas de las mujeres.
¿No podrías ponerte de parte de los hombres
de vez en cuando?

Es una pregunta muy difícil. Me he pasado la noche sin dormir, intentando encontrar alguna cosa buena de los hombres, pero debo admitir que no se puede decir nada. Lo puedes ver con tus propios ojos.

Una periodista de una revista femenina está entrevistando a un famoso general británico sobre su vida sexual.
-Perdone, señor -comienza-, ¿puede recordar la última vez que tuvo relaciones con su mujer?
El hombre se siente amedrentado un momento pero luego dice:
-Sí, claro que lo recuerdo, en 19..., 45. (en inglés: ninteen..., forty five)
Después de un instante de silencio la mujer dice:
-Hace mucho tiempo de eso.
El general echa una mirada a su reloj y le contesta:
-No tanto, en realidad. Sólo son las 21..., 49.

El hombre es un ser extraño. Si alguien encuentra algo agradable de los hombres, que me informe, por favor. Acepto mi fracaso totalmente.

En el mundo hay tantos conflictos a causa de a la energía masculina y su dominación. Es necesario que se equilibre. No estoy diciendo que no sea necesaria la energía masculina; es necesaria, pero en una proporción. Ahora mismo, el 99 por 100 de la energía es masculina y la mujer está marginada. No se encuentra en la corriente principal de la vida, por eso hay rivalidad, esfuerzo, lucha, guerra. Esta energía ha llevado a la humanidad al borde del suicidio total. Puede suceder en cualquier momento, a menos que se libere la energía femenina para equilibrarlo. Es la única esperanza.
Se puede evitar la tercera guerra mundial si se libera la energía femenina en el mundo para equilibrar la energía masculina; de lo contrario, no hay escapatoria. No se puede impedir por medio de manifestaciones y protestas contra la guerra, ¡porque eso también
es energía masculina!
¿Os habéis fijado en los manifestantes? Son más violentos que nadie, y las marchas por la paz se convierten en un altercado. Antes o después están quemando autobuses o lanzando piedras a la policía. Están ahí gritando a favor de la paz, pero dentro de su propio grito hay guerra.
La energía masculina puede hablar de la paz, pero sólo sabe prepararse para la guerra. No hace más que decir que tenemos que luchar para defender la paz. Fijaos qué absurdo: tenemos que ir a la guerra; de lo contrario, no habrá paz en el mundo. Para alcanzar la paz, nos vamos a la guerra. Así hemos estado provocando guerras a través de los tiempos, pero la paz no ha llegado. En tres mil años, el hombre ha luchado en cinco mil guerras. No pasa ni un solo día sin que no haya una guerra en un sitio u otro. A veces es Vietnam, a veces Israel, a veces Cachemira, a veces otro lugar, pero la guerra continúa. Y no sólo es cuestión de cambiar la ideología política del mundo, eso no vale de nada porque todas esas ideologías son masculinas.
Se tiene que liberar la energía femenina. Eso puede aportarnos equilibrio. Se ha descuidado demasiado la luna, el sol ha destacado demasiado. Hay que devolver la luna a la vida. Y junto con la luna no sólo está la mujer, está también la poesía, la estética, el amor; todas las cosas que pertenecen al corazón proceden de la luna. Todo lo intuitivo se nutre de la luna.
Recuérdalo. En todos los seres, sea hombre o mujer, existen ambas energías: el sol y la luna. Hay que poner énfasis en la luna. Nos hemos inclinado demasiado hacia el sol; nos está destruyendo. Para mantener el equilibrio nos tenemos que inclinar hacia el lado opuesto, y poco a poco, llegaremos a estar exactamente en el medio, la luna a un lado, el sol al otro lado, pero iguales. Declaro iguales al hombre y la mujer, no por razones políticas: los declaro iguales por una razón existencial. Tienen que ser iguales; si no, la vida será destruida.
De modo que tienes que encontrar a la mujer que hay dentro de ti. Aliméntala, nútrela, ayúdala a crecer. No te sientas avergonzado y no pienses «soy un hombre». Nadie es un hombre o una mujer solamente; ambos son las dos cosas. Tiene que ser así: tu padre ha contribuido a la mitad de tu ser y tu madre a la otra mitad. Eres el encuentro de esas dos energías. No puedes ser sólo un hombre, no puedes ser sólo una mujer.
Asimila a la mujer, realza y ayuda a la mujer; vuélvete más suave, receptivo, pasivo, amoroso. Porque la meditación sucede sin dificultad cuando eres pasivo. No es abordar la vida de una forma activa. Es esperar abierto. La meditación llega, no la puedes apresar, no la puedes conquistar. Tienes que rendirte a ella. Ese es el significado de lo femenino...

En un grupo de terapia que hice recientemente descubrí que estaba lleno de violencia y de miedo hacia las mujeres. Tengo la impresión de que el miedo a las mujeres está relacionado con mi propio nacimiento, que volví a experimentar
en el grupo y que fue muy doloroso para mí.

Son interdependientes y están relacionados. El miedo a las mujeres es, básicamente, el miedo a la madre. Y todo el mundo tiene que reconciliarse con la madre. Si no lo haces, no podrás reconciliarte con ninguna mujer, porque todas las mujeres te recordarán a tu madre. Algunas veces no será consciente, pero te tocará a nivel inconsciente.

Actualmente, todos los nacimientos son dolorosos. La civilización ha destruido por completo el nacimiento natural. Los niños no nacen naturalmente. La madre está tan tensa que no colabora en el proceso del nacimiento. De hecho, lo empieza a obstruir. No le permite salir al niño. Empieza a cerrar su vientre. Esto está en consonancia con la vida tensa que vivimos. La idea moderna, la idea en la que se basa toda la ansiedad, es que tenemos que luchar con la vida y con la naturaleza. De modo que no te ocurre especialmente a ti. Todos los niños han padecido, de un modo u otro, el nacimiento. La única forma es revivirlo, volver a hacerlo completamente consciente. Cuando lo puedas vivir conscientemente, podrás entender y perdonar a tu madre, porque la pobre mujer estaba sufriendo. No es que te haya hecho algo a ti, ella misma era una víctima. Nadie tiene la culpa porque toda la situación es culpable. Estaba cargada con su propio nacimiento y lo volvió a representar contigo. Era la única manera en que sabía hacerlo.
Por eso una vez que te das cuenta, que te vuelves consciente, despierto, puedes perdonar. No sólo eso, sino que podrás sentir compasión por ella. Cuando surge dentro de ti la compasión por tu madre, la reconciliación ha sucedido. Entonces no estarás lleno de rencor, y renunciar al rencor te ayudará a relacionarte con las demás mujeres. No tendrás miedo; serás amoroso.
La mujer es uno de los fenómenos más bellos de la tierra; no se puede comparar con nada. La mujer es la obra maestra de Dios. Si tienes miedo de las mujeres, tendrás miedo de Dios, tendrás miedo del amor, de la oración. Tendrás miedo de todo lo bello, porque la mujer personifica la belleza y la gracia.
Cuando esto suceda -que empieces a fluir hacia la energía femenina a tu alrededor- desaparecerá tu violencia. La violencia no es nada más que la energía que se tiene que convertir en amor, y no lo está haciendo. La violencia es amor no vivido. Una persona violenta tiene demasiada energía de amor y no sabe cómo liberarla.
El amor es creativo, la violencia es destructiva, y la energía creativa se convierte en destructiva si no la usas. El grupo te ha hecho consciente de cosas hermosas, muy significativas.


Hay mucha gente que tiene miedo de las mujeres, mucho miedo. Debido a ese miedo, no pueden establecer una relación importante, no se pueden relacionar; el miedo siempre está ahí. Si tienes miedo, la relación se corromperá con el miedo. No podrás actuar con totalidad. Te relacionarás a medias, con miedo: el miedo a ser rechazado, el miedo a que la mujer pueda decir no.
Y hay otros miedos. Si un hombre repite «no tengo miedo de las mujeres y cada día estoy mejor», si prueba este método, podrá reprimir momentáneamente el miedo, pero seguirá estando ahí y volverá a aparecer una y otra vez.
El hombre que tiene miedo de las mujeres revela que ha tenido una experiencia con la madre que le ha causado miedo, porque la madre es la primera mujer. Durante tu vida te puedes relacionar con muchas mujeres como esposa, amante, hija, hermana, amiga, pero prevalecerá la imagen de la madre. Es tu primera experiencia. Toda la estructura de tu relación con las mujeres se basará en esos cimientos, que son la relación con tu madre. Si un hombre tiene miedo de las mujeres tiene que volver hacia atrás, tiene que retroceder en la memoria, volver y encontrar el origen del miedo. Puede ser un incidente cualquiera, de poca importancia, tal vez lo haya olvidado completamente. Pero si retrocede, encontrará la herida en algún lugar.
Querías que tu madre te amase, como cualquier niño, pero tu madre no estaba interesada. Era una mujer ocupada; tenía que participar en numerosas asociaciones, clubes, esto y aquello. No estaba dispuesta a darte el pecho porque quería tener un cuerpo proporcionado. Quería que sus pechos estuviesen intactos y no destrozados por ti. Quería que sus pechos siempre pareciesen jóvenes, por eso se negó a darte el pecho. 0 quizá tuviera otros problemas en su mente: tal vez no eras un niño deseado. Has venido como una carga, nunca te han deseado. Falló la píldora y naciste tú. 0 quizá odiaba a su marido y tú tenías la misma cara..., un odio profundo, por una razón u otra. Pero tienes que retroceder y volverte a convertir en un niño.
Recuerda que no se pierde ninguna etapa de la vida. Tu niño todavía está en tu interior. No es que el niño se convierta en un joven, no. El niño se queda dentro, el joven se implanta encima y después se implanta el viejo encima del joven, una capa tras otra. El niño nunca se convierte en un joven. El niño permanece ahí, cubierto por una capa del joven. El joven nunca se hace viejo; hay otra capa de vejez, que lo cubre. Te conviertes en una especie de cebolla -con muchas capas- y si profundizas, todas las capas siguen ahí intactas.
La terapia primaria ayuda a la gente a retroceder y a convertirse de nuevo en niños. Patean, lloran, gimen, gritan, y el grito ya no pertenece al presente. No pertenece al hombre actual, sino al niño que está escondido detrás. Cuando surge ese grito, el grito primario, muchas cosas se transforman inmediatamente. Esto es parte del método del prati-prasav. Patanjali, hace cerca de cinco mil años, enseñó un sistema por el que había que reconducir cada efecto hasta su causa. Solamente se puede resolver la causa. Cuando cortas las raíces, el árbol morirá. Pero no puedes cortarle las ramas y esperar a que muera. El árbol resurgirá aún más.
Cuando nace un niño se llama prasav. Prati prasav significa que vuelves a nacer en la memoria, retrocedes hasta el mismo nacimiento, al trauma del nacimiento, y lo vuelves a revivir. Ten en cuenta que no lo recuerdas, sino que lo vives, lo vuelves a vivir. Recordar es otra cosa. Puedes recordar, puedes sentarte en silencio, pero sigues siendo el mismo hombre: recuerdas que eras un niño y tu madre te pegó fuerte: la herida sigue estando ahí, pero es un recuerdo. Estás recordando un incidente como si le hubiese ocurrido a otra persona. Revivirlo se llama prati prasav. Revivirlo significa que te conviertes de nuevo en un niño. No es que lo recuerdes; te vuelves un niño, lo vuelves a vivir. Tu madre no te está pegando en tu recuerdo, te vuelve a pegar ahora mismo: la herida, la rabia, el antagonismo, tu espalda encogida, el rechazo y tu reacción, como si todo estuviese volviendo a pasar. Esto es prati prasav.
Esto no es sólo la terapia primaria, sino un método para cualquier buscador que esté buscando una vida llena de verdad.
OSHO

jueves, 24 de enero de 2008

El Hombre, el adán, el esclavo, el hijo, el homosexual, el marido, el político, el sacerdote (SEGUNDA PARTE )


EVA
Todo el mundo es ambos y tú te has dado cuenta. Está muy bien, es un gran hallazgo sobre tu ser. Todo el mundo es ambos pero hasta ahora la sociedad ha estado condicionada de tal modo..., nos han enseñado y educado de tal modo..., que un hombre es un hombre, y una mujer es una mujer. Es un arreglo muy falso, no es fiel a la naturaleza. Si un hombre empieza a llorar y a gemir, la gente le empieza a decir: «No llores como una mujer, no te lamentes, no seas marica.» Es una bobada, porque un hombre tiene tantas glándulas lacrimales como una mujer. Si la naturaleza no hubiese querido que llorase y gimiese, no las tendría.
Esto es muy represivo. Si una niña se empieza a comportar como un chico, es ambiciosa, agresiva, la gente piensa que algo está mal. Le llaman marimacho; no es una niña. ¡Qué tontería! No es una división natural; es una división política, social.
Se ha obligado a las mujeres a hacer el papel de mujeres veinticuatro horas al día, y al hombre a hacer el papel de hombre veinticuatro horas al día; esto es antinatural y sin duda causa mucho sufrimiento en el mundo.
Hay momentos en que el hombre es suave y debería ser femenino. Hay momentos en los que el marido debería ser la esposa, y la esposa el marido, y esto debería ser muy natural. Entonces habría más ritmo y armonía. El hombre estará más relajado si no se supone que deba ser un hombre veinticuatro horas del día. Y una mujer será más natural y más espontánea si no se supone que deba
ser una mujer las veinticuatro horas del día.
Sí, de vez en cuando, en un ataque de ira, una mujer puede ser más peligrosa que un hombre, y a veces, en los momentos tiernos, un hombre puede ser más cariñoso que ninguna mujer..., y estos momentos siempre están cambiando. Los dos estados son tuyos; no creas que te estás volviendo esquizofrénico o algo así. Esta dualidad forma parte de la naturaleza.
Has hecho un gran hallazgo. No lo pierdas, y no te preocupes de volverte esquizofrénico. Es un cambio: durante unas horas eres un hombre y a otras horas eres una mujer. Si te fijas, podrás calcular exactamente durante cuantos minutos eres una mujer o un hombre. Es un cambio periódico. El yoga ha investigado a fondo estos secretos internos. Si observas tu respiración, esto te dará exactamente el tiempo. Cuando respiras por una aleta de la nariz, la izquierda, eres femenino. Cuando respiras por la aleta derecha eres masculino. Y cada cuarenta y ocho minutos, aproximadamente, cambia.
Este cambio ocurre continuamente, de día o de noche. Cuando respiras por la aleta izquierda funciona el hemisferio derecho del cerebro, que es la femenina. Cuando respiras por la aleta derecha funciona el hemisferio izquierdo, la parte masculina. A veces puedes jugar con esto.
Si estás muy enfadado, haz una cosa: tápate la aleta derecha de la nariz y empieza a respirar por la izquierda; al cabo de unos segundos verás que la rabia ha desaparecido, porque para estar enfadado necesitas estar en la parte masculina de tu ser. Inténtalo y te sorprenderás. Simplemente con cambiar la respiración de un lado al otro sucede algo muy importante. Si sientes frialdad respecto al mundo respira por la aleta izquierda y deja que te inunde tu imaginación, tu fantasía, tu calidez..., y de repente te sentirás lleno de calidez.
Y hay acciones que se llevan mejor a cabo cuando estás en un estado masculino. Cuando haces algo difícil, como cargar una piedra o empujar una piedra, observa la nariz. Si no está en el lado masculino no está bien. Podría ser peligroso para tu cuerpo: estarás demasiado blando. Cuando estás jugando con un niño o sentado con tu perro, siente que estás en el lado femenino..., y tendrás más afinidad. Cuando estás escribiendo un poema, pintando o tocando música, deberías estar en el lado femenino..., ¡a menos que estés tratando de tocar música bélica! En ese caso está bien, deberías estar en el lado masculino, agresivo.
Obsérvalo, y te irás dando cuenta, cada vez más, de las dos polaridades. Está bien que existan las dos polaridades: la naturaleza se encarga del resto. Cuando la parte masculina se cansa, te trasladas a la parte femenina; la parte masculina descansa. Cuando la parte femenina está cansada, descansas; te vuelves masculino. Es una economía interna..., vas cambiando. Pero vuestra sociedad os ha enseñado cosas falsas: que un hombre es un hombre, y tiene que serlo veinticuatro horas al día; esta es una tarea muy difícil. Y una mujer tiene que ser mujer las veinticuatro horas del día, suave, cariñosa, compasiva: es una tarea muy difícil. A veces, ella también quiere luchar, enfadarse, tirar cosas..., y está bien, si eres capaz de entender el juego interno.
Las dos polaridades son un buen juego interno: el juego de la conciencia. Por eso Dios se ha dividido dentro de ti, para jugar al escondite consigo mismo. Cuando el juego ha terminado, cuando has aprendido todo lo que tenías que aprender del juego, cuando has aprendido la lección, das un paso más.
El estado final no es masculino ni femenino: es neutro.


En el fondo, el hombre es consciente del hecho de que la mujer tiene algo que él no tiene. En primer lugar, la mujer le resulta atractiva, es hermosa. Se enamora de ella, la mujer se convierte casi en una adicción..., y ahí es donde surge el problema.
La dependencia de las mujeres que siente cualquier hombre le hace reaccionar de tal manera que intenta manipular a la mujer como si fuese su esclava, una esclava espiritual. También tiene miedo porque es hermosa. Es hermosa no sólo para él, sino para cualquiera que la mire y cualquiera que esté en contacto con ella. En la mente machista y egoísta surge una gran envidia. El hombre ha hecho con las mujeres lo que Maquiavelo le propone a los políticos; el matrimonio también es política. Maquiavelo sugiere que la mejor defensa es una ofensa, y el hombre ha utilizado esta idea desde hace siglos..., siglos antes de que Maquiavelo reconociese que era un hecho básico en todas las esferas políticas. Siempre que exista algún tipo de dominación, la ofensa será inevitablemente la mejor defensa. Al defenderte, ya estás perdiendo terreno; ya has aceptado estar en el lado de los derrotados. Estás protegiéndote.
En India existen escritos religiosos como los manusmriti, con cinco mil años de antigüedad, que sugieren que si quieres tener paz en tu casa es necesario que le des una buena paliza a tu mujer de vez en cuando. Debería vivir casi encarcelada. Y así es como ha vivido la mujer, en diferentes culturas, distintos países, pero el encarcelamiento es casi el mismo. Y como el hombre quería demostrar que era superior... Tenlo en cuenta, siempre que quieras demostrar algo significa que no eres eso. La superioridad real no necesita pruebas, evidencias, testigos, argumentos. Cualquiera que tenga un poco de inteligencia la reconocerá inmediatamente. La superioridad real tiene su propio magnetismo.
Como los hombres han condenado a la mujer (lo tuvieron que hacer para mantener el control), la han reducido a una categoría casi infrahumana. ¿Qué temor les ha conducido a hacer esto? Porque esto es una paranoia total. El hombre compara continuamente y se da cuenta de que la mujer es superior. Por ejemplo, el hombre es muy inferior cuando hace el amor con una mujer porque sólo puede tener un orgasmo, mientras que la mujer puede tener al menos media docena, en cadena, un orgasmo múltiple. El hombre se siente totalmente impotente. No le puede dar a la mujer esos orgasmos. Esto ha originado una de las cosas más mezquinas: como no puede darle un orgasmo múltiple, ha intentado no darle ni siquiera el primero. El sabor de un orgasmo le puede poner en peligro.
Si una mujer sabe qué es un orgasmo, inevitablemente se dará cuenta que con uno no es suficiente, al contrario, tendrá más sed. Pero el hombre está agotado; por eso, lo más astuto es que la mujer no sepa que existe algo parecido al orgasmo. Y no debes creer que el hombre está en una situación más ventajosa porque la mujer no haya tenido un orgasmo. No dándole un orgasmo a la mujer él también pierde el suyo.
Hay que entender algo importante: la sexualidad del hombre es local, está limitada a sus genitales y al centro sexual del cerebro. Pero con la mujer es diferente: su sexualidad está en todo el cuerpo. Todo su cuerpo es sensible, erótico. Como la sexualidad del hombre es local, es pequeña. La sexualidad de la mujer es algo muy grande. El hombre termina en unos pocos segundos, la mujer todavía no ha entrado en calor. El hombre tiene mucha prisa..., como si estuviese haciendo un trabajo pagado y quisiera acabar rápido. Hacer el amor es lo mismo.
En realidad, me pregunto por qué el hombre se molesta en hacer el amor. Dos o tres segundos y ¡se acabó! La mujer estaba entrando en calor y el hombre ha terminado. No es que haya tenido un orgasmo; eyacular no es tener un orgasmo. El hombre se vuelve hacia su lado y se echa a dormir. Y la mujer..., no una, sino millones de mujeres lloran después de hacer el amor porque se han quedado en el limbo. Les has animado y antes de que puedan llegar al final el juego se ha acabado.
Pero el hecho de que el hombre acabe rápidamente tiene un trasfondo muy significativo; aquí es a donde quería llegar. Al no permitirle a la mujer el primer orgasmo, ha aprendido a terminar lo más rápido posible. De modo que la mujer ha perdido algo tremendamente hermoso, algo sagrado en esta tierra..., y el hombre también.
La mujer no sólo tiene ventaja en el orgasmo. En cualquier parte del mundo, la mujer vive cinco años más que el hombre; la edad media de la mujer es cinco años más que la del hombre. Eso quiere decir que tiene mayor resistencia, más vigor. Las mujeres caen enfermas menos que los hombres. Aunque estén enfermas, se curan más rápido que los hombres. Estos son datos científicos.
Por cada cien niñas, nacen ciento quince niños. Uno se pregunta: ¿por qué ciento quince? Pero la naturaleza es sabia. Cuando llegue la edad de casarse, se habrán quedado en el camino quince niños. Sólo quedarán cien niños y cien niñas. Las niñas no se mueren fácilmente. No hay tantos suicidios entre las mujeres como entre los hombres; la tasa de suicidio de los hombres es el doble. Aunque las mujeres hablan del suicidio más que los hombres; el hombre, habitualmente, no habla de ello... Las mujeres amenazan con el suicidio pero siempre sobreviven, porque no utilizan métodos drásticos para matarse. Escogen las pastillas de dormir, que son más cómodas, más científicas y más contemporáneas. Y curiosamente, ninguna mujer toma tantas pastillas que sea imposible revivirla. Así que su suicidio no es un suicidio, sino una especie de protesta, una amenaza, un chantaje para que el marido entienda que es una advertencia para el futuro. Todo el mundo le desaprueba, los médicos, los vecinos, los parientes, el jefe de policía. Él se ha convertido innecesariamente en un criminal, y todo el mundo se compadece de la mujer, a pesar de que iba a suicidarse.
En lo que respecta al homicidio, la diferencia es muy grande. El hombre comete veinte veces más asesinatos que la mujer; una mujer lo comete sólo en raras ocasiones. Las mujeres se vuelven locas menos que los hombres. Una vez más, la proporción es la misma: los hombres se vuelven locos el doble que las mujeres.
A pesar de todo, después de que la ciencia ha demostrado todos estos datos, sigue existiendo la superstición de que el hombre es más fuerte. Sólo es más fuerte en una cosa, y es en que tiene un cuerpo musculoso. Es un buen artesano. Aparte de esto, siente un profundo complejo de inferioridad en todos los aspectos, y se ha sentido así desde hace muchos siglos. La única forma de evitar este complejo ha sido colocar a la mujer en una posición de inferioridad. Y es el único punto donde el hombre es más poderoso: puede obligar a la mujer. Es más cruel, es más violento y ha obligado a la mujer a aceptar una idea que es completamente falsa: que ella es débil. Y para demostrar que la mujer es débil tiene que censurar todas las cualidades femeninas. Tiene que decir que todas son débiles y la suma de todas esas cualidades hacen débil a la mujer.
En realidad, la mujer tiene grandes cualidades. Y cuando un hombre se ilumina, alcanza las mismas cualidades que ha estado censurando en la mujer. Todas las cualidades que se consideran débiles son femeninas. Y es curioso que todas las grandes cualidades entren dentro de esta categoría. El resto son sólo las cualidades brutales, animales.
La mujer es más cariñosa. El hombre nunca ha demostrado más amor que la mujer. En India han muerto millones de mujeres saltando a la pira funeraria con sus amados, porque no podían concebir la vida sin su marido o su amigo. Pero, ¿no os parece un poco raro que desde hace diez mil años ni un solo hombre se haya atrevido a saltar a la pira funeraria con su mujer? Ha pasado mucho tiempo, ha habido muchas oportunidades..., y tú eres más fuerte. La delicada mujer, la frágil mujer salta a la pira funeraria, y el fuerte Mohamed Alí sigue haciendo flexiones. ¡Y a pesar de todo es más fuerte!
La fuerza tiene muchas dimensiones. El amor tiene su propia fuerza. Por ejemplo, llevar durante nueve meses a un niño en el vientre requiere fuerza, vigor, amor. Ningún hombre lo aguantaría. Se le podría poner un vientre artificial, ahora la tecnología científica ha llegado hasta el punto que se le puede implantar un vientre de plástico al hombre, ¡pero no creo que aguantase durante nueve meses! Se tirarían los dos al mar.
Es difícil darle vida, darle un cuerpo, darle un cerebro y una mente a otro espíritu. La mujer comparte de todo corazón dándole al niño todo lo que puede. Incluso después de nacer, no es fácil criar a los niños. Para mí es una de las cosas más difíciles del mundo. Los astronautas y Edmund Hillary..., esta gente debería intentar antes criar niños. Sólo entonces podremos admitir que han conseguido algo subiendo al Everest; de lo contrario, no tiene sentido. Aunque hayas llegado a la luna y caminado sobre ella, no importa. Eso no demuestra que seas más fuerte. Un niño vivo, tan explosivo, una energía tan desbordante que te agotará en pocas horas. Nueve meses en el vientre y después unos cuantos años...
Intenta dormir un día con un niño pequeño en tu cama. Por la noche pasará algo en tu casa. 0 bien tú matas al niño, o el niño te mata a ti. Seguramente matarás al niño, porque los niños son los seres más detestables que hay en el mundo. Están tan lozanos y quieren hacer tantas cosas, y tú estás muerto de cansancio. Quieres irte a dormir, pero el niño está totalmente despierto y quiere hacer todo tipo de cosas, y quiere que le aconsejes, te hace preguntas..., y si nada de esto funciona, ¡entonces querrá ir al baño! Tendrá sed, tendrá hambre a mitad de la noche... El niño duerme durante todo el día. En el vientre de su madre duerme veinticuatro horas al día; después, poco a poco..., veintitrés, veintidós, veinte, pero casi siempre está dormido. Y por la noche se despierta. Durante el día está durmiendo y por la noche se despierta para torturarte.
No creo que exista un hombre capaz de soportar un embarazo o de criar a un niño. Es la fuerza de las mujeres. Pero es otro tipo de fuerza. Hay una fuerza que es destructiva y otra que es creativa. Hay una fuerza que nace del odio y otra que nace del amor.
El amor, la confianza, la belleza, la sinceridad, la honestidad, la autenticidad..., son cualidades femeninas, y son mucho mejores que ninguna cualidad del hombre. Pero todo el pasado ha estado dominado por el hombre y sus cualidades.
Naturalmente, en la guerra el amor no sirve para nada, la verdad, la belleza y la sensibilidad estética no sirven para nada, necesitas tener un corazón más duro que una piedra. En la guerra solamente necesitas tener odio, ira, la locura de destruir. El hombre ha luchado en cinco mil guerras en los últimos tres mil años. Sí, esto también es fuerza, pero no es digno de los seres humanos. Es una fuerza que procede de nuestra herencia animal. Pertenece al pasado, que ha muerto, y las cualidades femeninas pertenecen al futuro que está por venir. El hombre tiene que ganarse algo que la mujer ha recibido de la naturaleza como un regalo.
El hombre tiene que aprender a amar. Tiene que aprender a dejar que el corazón sea el que mande y que la mente sea un siervo obediente. El hombre tiene que aprender estas cosas. La mujer las trae consigo; sin embargo, convertimos estas cualidades en debilidades.
Las mujeres son mujeres, y los hombres, hombres; no se trata de hacer comparaciones. La igualdad
no viene al caso. No son desiguales ni pueden ser iguales. Son únicos.
El hombre no está en mejor situación que la mujer en cuanto a experiencias religiosas. Pero tiene una cualidad, y es la del guerrero. En cuanto se le desafía puede desarrollar todo tipo de cualidades. Puede desarrollar mejor incluso las cualidades femeninas. Su espíritu de lucha equilibra las cosas. Estas cualidades son intrínsecas a las mujeres. El hombre sólo necesita ser provocado, desafiado: no has recibido estas cualidades, debes ganártelas. Si el hombre y la mujer pueden vivir estas cualidades, llegará pronto un día en el que podamos transformar el mundo en un paraíso.
Me gustaría que el mundo estuviese lleno de cualidades femeninas. Sólo así podrán desaparecer las guerras. Sólo así desaparecerá el matrimonio. Sólo así desaparecerán las naciones. Sólo así tendremos un solo mundo: un mundo amoroso, pacífico, silencioso y hermoso.
Pero cuando digo que el hombre tiene que desarrollar las cualidades femeninas no estoy diciendo que tenga que imitar a las mujeres.
OSHO
Hasts mañana. Sinceramente