Si alguien te ha insultado, agradécele porque te ha dado la oportunidad de sentir una herida profunda. Esa persona ha abierto una herida. La herida puede haber sido creada por muchos, muchos insultos que has padecido en toda tu vida; puede que esa persona no sea la causa de todo el sufrimiento, pero ha disparado un proceso.
viernes, 12 de diciembre de 2008
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