Si permites que el cuerpo se exprese, vas por el camino correcto, el Gran Camino. Y esto no sólo ocurre con la alimentación, sino que también ocurre con todas las cosas de la vida. Tu sexo se enferma por tu mente, tu estomago se enferma por tu mente. Interfieres con el cuerpo.
¡No interfieras! Prueba, aunque sólo sea durante tres meses; no interfieras. Y te volverás muy sano, te invadirá el bienestar. Sentirás que todo va bien, el zapato encaja. Pero el problema es la mente.
La mente tiene su propia función: cómo relacionarte con otros, cómo moverte en este mundo en el que vive tanta otra gente, cómo conducir un coche, cómo seguir las normas del tráfico, cómo no crear un peligro para los demás o para ti mismo, cómo mirar hacia adelante y hacer planes. La mente es como un radar: mira hacia adelante (hacia dónde moverse, cómo moverse), pero la base sigue siendo el cuerpo.
Las personas que están en contra del cuerpo y destruyen sus sentidos tardarán más tiempo en descubrir su iluminación que aquellas que escuchen a sus sentidos y sigan sus consejos.
Si escuchas a tus sentidos te vuelves sencillo. Desde luego nadie va a respetarte, porque dirán de ti: «Este es un hombre sensual». Y un hombre sensual está más vivo que un hombre no sensual. Pero a nadie le interesa la vida; todo el mundo está interesado en venerar algo que ya esté muerto.
No esperes ningún respeto de la gente, o de lo contrario te perderás. Llega un momento en el que todo el mundo puede respetarte, pero tú no puedes respetarte a ti mismo porque te has perdido del todo. Nada encaja, todo te sale mal.
¡Escucha al cuerpo!; porque estás aquí para disfrutar de este momento que te ha sido dado, este hermoso momento, esta maravilla que te ha ocurrido. ¡Estás vivo, consciente, y el mundo es enorme!
El ser humano es un milagro en este pequeño planeta (¡muy, muy pequeño, diminuto!). El Sol es sesenta veces mayor que esta Tierra, y este sol es una estrella mediocre. Hay soles millones de veces más grandes que este, y hay millones de soles y millones de universos. Y hasta ahora parece, que la ciencia sepa, que la vida y la consciencia es algo que sólo ha sucedido en esta Tierra. Esta Tierra está bendita.
No sabes hasta dónde has llegado. Si supieras hasta dónde has llegado, te sentirías agradecido y no pedirías nada más. Podrías haber sido una roca y no hubieras podido hacer nada al respecto. ¡Eres un hombres! Y estás sufriendo, preocupándote y sin darte cuenta de nada. Disfruta este momento porque puede que nunca regrese.
Esto es a lo que los hindúes se refieren cuando dicen que puedes volver a convertirte en una roca. Si no lo disfrutas, si no creces en él, caerás. Puedes volver a ser un animal de nuevo. Esto es lo que significa: recuerda siempre que este clímax de consciencia es el punto más elevado; si no te integras en él y lo disfrutas, caerás.
Gurdjieff solía decir que tú todavía no tienes un alma; la vida es una oportunidad para conseguirla, para convertirte en un alma. No sigas perdiendo el tiempo y la energía porque, si mueres sin haberlo resuelto, simplemente desaparecerás. ¿Y quién sabe si volverás a tener otra oportunidad? Nadie puede saberlo, no hay nadie que pueda aclarar esta cuestión.
Lo máximo que se puede decir es que este momento es la oportunidad. Si lo disfrutas, si te sientes en éxtasis y agradecido con él, se resolverá mejor. Recuerda, para estar agradecido no se necesita nada más: lo que tienes ya es demasiado, ya es suficiente para sentirte agradecido. No le pidas más a la existencia. Simplemente goza de lo que te ha dado. Y cuanto más lo goces, más te será dado.
Jesús dice, y esta es una cita muy paradójica: «Cuanto más tengas, más te será dado; y si no tienes nada, hasta lo que tienes te será quitado». Esto parece algo muy anticomunista. Parece absurdo. ¿Qué clase de matemáticas son estas? «¡Cuanto más tengas, más te será dado; y si no tienes nada, hasta lo que tienes te será quitado!» Parece dicho a favor de los ricos y en contra de los pobres.
Esto no tiene ninguna relación con la economía ordinaria; es la economía suprema de la vida. Solamente aquellos que tienen obtendrán más, porque cuanto más disfrutan más crecen. La vida crece en el gozo. El gozo es el sutra.
Estate contento y agradecido con lo que sea que tengas. ¡Lo que sea! Sé feliz con ello. Y entonces tendrás más apertura, y más cosas te llegarán: te volverás capaz de recibir más bendiciones. El que no esté agradecido perderá lo que tiene. Al que lo está, la existencia entera le ayuda a crecer más, porque se lo merece y se da cuenta de lo que ha recibido.
Sé más amoroso y recibirás más amor. Sé más pacífico y recibirás más paz. Da más y tendrás más para dar. Comparte y tu ser aumentará.
Pero tú nunca das, nunca amas, nunca compartes. De hecho ni siquiera te das cuenta de que tienes algo. Estás simplemente esperando que algo ocurra en algún lugar. ¡Ya ha ocurrido! Simplemente míralo; tú llevas el tesoro. Y nunca das porque no sabes que te ha ocurrido a ti, y no sabes que dar se convertirá en tu crecimiento.
miércoles, 21 de mayo de 2008
La mejor terapia de hoy, se llaman Blogs. (Abel Desestress)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario